Para el Diccionario de la lengua española (DRAE) la palabra Bullying aún no existe. Pero para el mundo entero, sí. Y lo peor es que llegó para quedarse, superando cualquier límite o barrera que impone el debate sobre el uso de los anglicismos.
La palabra bullying define claramente el acoso o violencia sistemática en un contexto escolar. Y ese ámbito es justamente el valor agregado que "resume" la palabra. Que ocurra en la escuela es lo que brinda el carácter relevante y dramático al tema. El acoso escolar remite a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre alumnos, de manera reiterada y silenciosa,en un lapso de tiempo determinado.
Lo peor del Bullying es justamente el ámbito en el que se produce: la escuela, ese lugar casi sagrado, cotidiano y que oficia de refugio para el niño que debe asistir; y está profundamente enraizada en su vida cotidiana y en la de su familia.
En diálogo con Infobae, desde México DF, Alejandro Castro Santander, psicopedagogo argentino y considerado uno de los mayores expertos en bullying (acoso escolar) y mobbing (acoso laboral) de la región se refiere a la actualización del tema.
Cada vez que Castro Santander conoce un nuevo caso de bullying en la Argentina sabe de antemano que no siempre se es profeta en tu tierra: "Tanto Argentina como México, Colombia, Chile, Perú, Venezuela y Brasil; son países que no presentan realidades muy distintas frente a la convivencia escolar en general y a la violencia en particular; pero lo que sí cambia de acuerdo al contexto es el tratamiento de la implementación de políticas públicas".
El pedagogo argentino dirige el Observatorio de la convivencia escolar de la Universidad Católica Argentina (UCA) e integra el directorio del Observatorio Internacional de Violencia Escolar (OIVE).