Por si queda alguna duda: "El bullying es un problema grave en la Argentina", sentencia el informe más actual sobre acoso escolar que realizó la UCA, en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. Y para sustentar esta idea el estudio utiliza cifras comparativas entre la Argentina y Suecia.
EN LA ARGENTINA HOY, FRENTE AL BULLYING, EL 16% SON VÍCTIMAS; EL 4% AGRESORES Y EL 6% VICTI-AGRESORES. EN CAMBIO, EN SUECIA, EL 9% SON VÍCTIMAS; EL 7% AGRESORES Y EL 2% SON VICTI-AGRESORES.
El proyecto de investigación "Un estudio de la violencia en escuelas de nivel medio de la provincia de Entre Ríos", a cargo de expertos en psicología de la Facultad "Teresa de Ávila", de la UCA, Paraná, reveló de manera contundente las siguientes conclusiones:
-Que entre los agresores predominan los varones; pero igual porcentaje entre mujeres y hombres son víctimas.
-Que el acoso verbal es lo más común y aún el ciberbullying es bajo.
-Sobre la caracterización del acoso dice: el acoso se realiza de a uno, sólo o en grupo de alumnos; en el patio o en el aula.
-Que los agresores van al mismo curso y la víctima no cuenta que ha sido agredida.
-Que se percibe que la escuela hace muy poco para detener los episodios violentos.
Castro Santander visita regularmente México DF, y los estados de Querétaro y Chihuahua. Allí ha realizado varios estudios de campo para sumar experiencia comparativa que permita avanzar sobre la implementación de políticas públicas y cuestiones que aún tiene pendiente el bullying, en la Argentina y en la región, y así cuantificar el fenómeno.
En México, con altos niveles de violencia en algunas regiones, algunos estados están trabajando muy bien junto al Programa Nacional de Convivencia Escolar, que se adecuan a las necesidades de cada lugar. Dice Castro Santander: "En Venezuela la situación es similar y afortunadamente algunas organizaciones civiles, como por ejemplo el CECODAP, con su programa "Buen trato", están poniéndole cifras a esa violencia escolar y formando a las familias y a los docentes".
Refuerza el pedagogo: "Lo que es común en todos los países de la región es la aparición, al decir del propio Castro Santander de los "piratas profesionales", que se meten en estos temas y dicen barbaridades. Como por ejemplo: el bullying es "un estigma que inventaron los medios masivos de comunicación y la opinión pública". Estos pseudo-especialistas no tienen idea como confunden y boicotean la tarea de aquellos que trabajan para enfrentar estos fenómenos".
ES ERRADO ENCARAR EL BULLYING COMO SI FUERAN CONFLICTOS DE CHICOS, PORQUE DESAPARECE LA VÍCTIMA. NO SE TRATA DE UN CONFLICTO, SINO DE PURA VIOLENCIA.
Violencia puertas adentro
Hay consenso en varios estudios de América Latina acerca de que en muchas escuelas de la región todavía no se asume el diagnóstico de que lo que está ocurriendo en "ese aula", se llama acoso moral y psicológico contra un alumno.
¿Cómo se diagnostica a un chico hiperactivo o a uno retraído y desconcentrado? como a un chico fóbico o deprimido. Y en muchos casos el paso siguiente es medicarlo.
Apunta Castro Santander: "No se debe negar o buscar siempre a los culpables afuera. Hoy, quienes seguimos este tema, insistimos mucho en la gestión de la convivencia escolar. Un tema complejo porque la convivencia es compleja y necesita de una formación especial de los directivos y los docentes".
LA ESCUELA TAMBIÉN ES UN ÁMBITO DONDE ALGUNOS PUEDEN APRENDER A SER VIOLENTOS.
Agrega el experto Castro Santander: "Adquirir las competencias adecuadas para gestionar la convivencia es una "prioridad organizativa y pedagógica. En muchas escuelas se enfrenta el problema sólo con "códigos de convivencia", los cuales son muy útiles pero no alcanzan".
Según la única encuesta nacional que cuenta nuestro país realizada en 2011 por el Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica Argentina (Cátedra UNESCO, Juventud y Sociedad), a más de 6 mil alumnos entre 10 y 18 años, el sondeo arrojó que 1 de cada 4 manifestó tenerle "miedo" a alguno de sus compañeros.
Según Castro Santander en su rol de coordinador del Observatorio de la Convivencia Escolar de la UCA: "La violencia verbal directa (insultos, burlas) se da en todas las edades, pero a medida que van creciendo se transforma en más indirecta (murmuración). Entre los más chicos la violencia es más física directa (golpes) pero en la adolescencia se incrementa el esconder o romper los útiles u otras pertenencias".
El diferencial que aportó el proyecto de investigación de la UCA en Paraná, Entre Ríos, sobre 1476 alumnos, de 11 a 18 años, es que "estrenó" en la Argentina el uso del Cuestionario de agresores/víctimas de Olweus (The Olweus bully/victim questionnaire), la metodología más usada en el mundo para "medir" el acoso escolar.
Este estudio de la UCA en Entre Ríos presenta adecuadas propiedades psicométricas (alta consistencia interna), tanto para la escala de ser victimizado como para la de victimizar. Por otra parte, se halló que los niveles de maltrato en esta muestra eran similares a los informados por países del primer mundo, como Noruega y Gran Bretaña, entre otros.
Castro Santander refuerza: "El bullying además afecta la "calidad educativa " porque en un lugar como la escuela/aula donde se respira miedo al otro e inseguridad es muy difícil que ocurra un hecho educativo. En ese sentido aún en América Latina existe un alarmante analfabetismo emocional".
La mal llamada Ley antibullying
En la Argentina históricamente en el tema bullying se reacciona a destiempo. El día del maestro del año 2013 en la Argentina se aprobó la Ley 26.892 conocida popularmente como Ley "anti bullying" por ambas cámaras del Congreso Nacional. Y dejó en manos del Ministerio de Educación, a través del Consejo Federal de Educación la reglamentación de la misma. El problema es que el texto legislativo aún hoy no fue reglamentado.
La Ley contra el acoso escolar o bullying tiene tres aspectos centrales:
1) Crea equipos especializados para intervenir en las escuelas ante situaciones de violencia verbal y/o física.
2) Fija políticas de convivencia en la escuela, basadas en valores tales como el respeto, aceptación de las diferencias, resolución pacífica de los conflictos, diálogo y contextualización.
3) Crea una línea gratuita 0800 para que la víctima haga la denuncia anónima.
Precisa Castro Santander sobre la Ley 26.892: "La cuestión a profundizar está en que la Ley no se enfoca en la dicotomía víctima-victimario, sino que pone el acento en el contexto. La situación del bullying no es producto de un alumno o de un docente, sino de una problemática global que incluye a toda la comunidad educativa".
"Cuando todavía se debatía el proyecto de Ley en el 2013 de la mal llamada "Ley antibullying", algunos sabíamos que de convertirse en Ley no serviría contra el bullying o el ciberbullying, Sería una norma más como otras provinciales sobre "prevención de conflictos".
Algo parecido ocurre con la Guía Federal de Orientaciones para la intervención educativa en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar, impulsada por el Ministerio de Educación de la Nación que también se concentra en los conflictos, pero en algunos lugares menciona "agresiones" o "heridos".
Esto no le alcanza hoy a los docentes que viven situaciones de violencia "concreta" y necesitan leyes integrales, "inteligentes", acompañadas luego por "protocolos de intervención" prácticos.
"Hace décadas se habla de los conflictos y de la necesidad de su resolución para que no escalen a violencia, pero no se orienta a los directivos y docentes acerca de qué hacer para prevenir e intervenir cuando hay situaciones de disrupción, violencia esporádica leve o grave (o gravísima), acoso, ciber acoso o vandalismo". Remata Castro Santander: "La ley así planteada no sirve".