martes, 29 de octubre de 2013

UNA LOCURA SOLIDARIA EN MARCHA









EN MUNICIPALIDAD DE CONCORDIA SE REALIZÓ LA PRESENTACIÓN DEL IRONMAN ORGANIZADA POR LA ASOCIACIÓN CONCORDIENSE DE CORREDORES DE TRIATLON Y DUATLON ,EL DÍA DOMINGO 3 DE NOVIEMBRE DE 2013.SE LLEVARÁ A CABO  EN ESCENARIO ÚNICOS DE NUESTRO PAISAJE DE LA COSTA DEL RÍO URUGUAY.
WALTER PEREZ UNO DE LOS ATLETAS  REPRESENTANTES DE CONCORDIA Y DE LA LOCURA SOLIDARIA DE ESTE EVENTO DEPORTIVO  INTERNACIONAL EXPLICÓ DETALLES DE LOS PREPARATIVOS Y COMO PARTE DEL GRAN DESAFÍO A REALIZAR EN EL MES DE FEBRERO ,AÑO 2014.http://www.youtube.com/watch?v=YyozBJy2ayQ
RED DE PREVENTORES ACOMPAÑANDO LA LOCURA SOLIDARIA.


domingo, 27 de octubre de 2013

Acoso escolar, hostigamiento o bullying, causas y cómo prevenirlo.




El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre chicos de las escuelas primaria y secundaria, de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
El acoso escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar.
El acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.

El objetivo de la práctica del acoso escolar es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir, y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante de relación social con los demás.
En ocasiones, el niño que desarrolla conductas de hostigamiento hacia otros busca, mediante el método de «ensayo-error», obtener el reconocimiento y la atención de los demás, de los que carece, llegando a aprender un modelo de relación basado en la exclusión y el menosprecio de otros.
Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele estar rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman de manera unánime y gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la víctima. Ello es debido a la falta de una autoridad exterior (por ejemplo, un profesor, un familiar, etc.) que imponga límites a este tipo de conductas, proyectando el acosador principal una imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.
A menudo la violencia encuentra una forma de canalizarse socialmente, materializándose en un mecanismo conocido de regulación de grupos en crisis: el mecanismo del chivo expiatorio. Destruir al que no es seguidor, al que se resiste, al diferente, al que sobresale académicamente, al imbuido de férreos principios morales, etc.
Hay descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas.
Bloqueo social (29,3%)
Hostigamiento (20,9%)
Manipulación (19,9%)
Coacciones (17,4%)
Exclusión social (16,0%)
Intimidación (14,2%)
Agresiones (13,0%)
Amenazas (9,1%)
Bloqueo social

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social impuesto por estas conductas de bloqueo.
Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de la estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.
Hostigamiento

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.
Manipulación social

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.
Coacción

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.
El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.
Exclusión social

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.
Intimidación

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.
Amenaza a la integridad

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.
CAUSAS

El agresor ó acosador: características psicológicas y entorno familiar


Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad mental ó trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente algún tipo de psicopatología. Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y algún tipo de distorsión cognitiva.
La carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con el hecho de que su interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de los hechos y suele comportar una delegación de responsabilidades en otras personas. Así, normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima, que le habría molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún tipo de remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que, aproximadamente, un 70% de los acosadores responden a este perfil).
La psicología actual, por otra parte, identifica en los acosadores escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva que les puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien elprincipio de realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La consecuencia es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una carencia de altruismo vinculada a un ego que crece a costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral de frustación muy bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como chico tirano ó niño tirano.
El niño mal educado en la familia probablemente reproducirá en la escuela los hábitos adquiridos. Ni respetará, ni empatizará con los profesores, ni con sus compañeros. Sus frustraciones quizá le lleven a elegir un cabeza de turco. A menudo será aquel compañero que le haga patentes sus limitaciones y carencias, o que, simplemente, le parezca vulnerable.
El entorno escolar

Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en general, en el centro educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda favorecer la aparición del acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila entre la figura de unos profesores que no han recibido una formación específica en cuestiones de intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la disminución de su perfil de autoridad dentro de la sociedad actual.
La televisión

El mensaje implícito de determinados programas televisivos de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de proyecto vital que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para conseguirlo, siempre y cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos, constituye otro factor de riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que la violencia en los medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real, sobre todo entre niños.  Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su grado: si se da una imitación indiscriminada, si se da un efecto insensibilizador, si se crea una imagen de la realidad en la que se hiperboliza la incidencia de la violencia, etc
En conclusion la television con alto riesgo de violencia afecta a los niños, en el sentido de querer y tratar ser como ellos ( tipos de modelo prototipo).
Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.
PREVENCIÓN

Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).
Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.
Resolución de conflictos

Pese a que la figura del acoso en general atiende a un concepto de negación del conflicto al tratarse de un maltrato soterrado (incluso para la víctima, pues a ella le declaran la guerra en secreto, nunca abiertamente), tal vez podría hablarse de conflicto para simplificar el acercamiento a la materia. Y es que el conflicto forma parte de la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede conducir a la violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y negociando. Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:
Definir adecuadamente el conflicto.
Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.
Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.
Llevar a la práctica la solución elegida.
Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.
Una buena idea puede ser la de ir escribiendo las distintas fases del proceso, para facilitar su realización. En los programas de prevención de la violencia escolar que se están desarrollando en los últimos tiempos, se incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos sin violencia.


viernes, 25 de octubre de 2013

Festival Día de la madre diferente : "MADRES POR LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA" en b° Gruta Lourdes . Concordia.

La animación sociocultural constituye un poderoso instrumento social , como  barrera contra la violencia y las drogas. prevenir es salvar vidas y ddhh-

Día Naranja, 25 Octubre 2013: ‘Espacios Públicos Seguros para Mujeres y Niñas”

En julio del año pasado la Campaña del Secretario General ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres proclamó el día 25 de cada mes como el Día Naranja. La conmemoración, puesta en marcha y liderada por la Red Global de Jóvenes de la Campaña ÚNETE, incluye actividades llevadas a cabo por oficinas del Sistema de Naciones Unidas y la sociedad civil en todo el mundo a fin de destacar todo lo relacionado con la prevención y la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, no sólo una vez al año, el 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres), sino cada mes.

Con el lema ‘Espacios seguros para las mujeres y las niñas’, este año la Campaña ÚNETE centra las actividades del Día Naranja en destacar las recomendaciones contenidas en las conclusiones acordadas durante la 57ª sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU (CSW57), celebrada en marzo de este año. En abril, ÚNETE se centró en ‘Espacios de trabajo seguros para mujeres y niñas’, en mayo se destacó el tema‘Hogares seguros para mujeres y niñas’, en junio el Día Naranja coincidió con el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura (26 de junio) y la campaña se centró en‘Tutela y cuidado del Estado para lograr espacios seguros para las mujeres y las niñas’. En julio se destacó el tema ‘El ciberespacio como espacio seguro para las mujeres y las niñas’mientras que en agosto el lema trabajado fue ‘Violencia sexual en contra de mujeres y niñas en situación de conflicto’. Antes del Día Internacional de la Niña, el 11 de octubre, el tema del Día Naranja en septiembre fue "Escuelas Seguras para las niñas” y el 25 de octubre, la campaña ÚNETE destacará" los espacios públicos seguros para las mujeres y las niñas.

ESPACIOS PÚBLICOS SEGUROS PARA MUJERES Y NIÑAS 

El acoso sexual y otras formas de violencia sexual en los espacios públicos son cuestiones de todos los días para las mujeres y niñas de todo el mundo y constituye una violación de los derechos humanos de las mujeres. Las mujeres y las niñas experimentan diferentes tipos de violencia sexual en los espacios públicos, como son el acoso sexual, violación sexual y/o el femicidio/feminicidio. Esta violencia puede tener lugar en la calle, en el transporte público, en los parques, en los alrededores de las escuelas, en lugares de trabajo y en otros espacios públicos de las áreas urbanas y rurales. Algunos casos son publicitados y reciben la atención de los medios de comunicación y del público en general, mientras que la mayoría de los casos no son denunciados y no se abordan.

La violencia y el miedo a la violencia reducen la libertad de movimiento de las mujeres y los derechos de acceso, educación, trabajo, recreación y servicios esenciales y pueden limitar su participación en la vida política. También afecta negativamente a su salud y a su bienestar. A pesar de estas consecuencias de gran alcance, la violencia contra las mujeres y las niñas en los espacios públicos sigue siendo un ámbito que no se ha trabajado, con pocas leyes o políticas para prevenir y abordarla.

57ª COMISIÓN DE LA CONDICIÓN JURÍDICA Y SOCIAL DE LA MUJER

Durante la 57ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, los gobiernos adoptaron una serie de compromisos a fin de crear espacios públicos seguros para mujeres y niñas:

Por primera vez, la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer durante su 57º sesión, el más alto órgano normativo global sobre los derechos de las mujeres, incluyó específicamente varias cláusulas en su documento de conclusiones convenidas dedicadas a la seguridad de las mujeres y las niñas en los espacios públicos y en particular, en las ciudades. Expresó "profunda preocupación sobre la violencia contra las mujeres y las niñas en espacios públicos, incluido el acoso sexual, especialmente cuando se está utilizando para intimidar a las mujeres y niñas que están ejerciendo cualquiera de los derechos humanos y las libertades fundamentales". (23, p4)

Instó a los Estados a " Intensificar las medidas para proteger a las mujeres y las niñas de la violencia y el acoso, en particular del acoso sexual y la intimidación, tanto en espacios públicos como privados, para combatir el problema de la seguridad y la protección, a través de las campañas de sensibilización, la participación de las comunidades locales, las leyes, las políticas y los programas de prevención del delito como la iniciativa para hacer las ciudades más seguras para las mujeres y los niños, la mejora de la planificación urbana, las infraestructuras, el transporte y el alumbrado públicos, y también a través de los medios de comunicación interactivos y las redes sociales”;. (ZZ, p13)

CIUDADES SEGURAS, UNA INICIATIVA GLOBAL

Lanzada en 2010 por ONU Mujeres, la Iniciativa Global Ciudades Seguras, que trabaja con 15 ciudades de todo el mundo, está trabajando en crear y fomentar ciudades más seguras para mujeres y niñas. Esta iniciativa se construye sobre la base de esfuerzos previos realizado por las organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres y los gobiernos locales en todo el mundo, y está movilizando alianzas a todos los niveles de la sociedad en dos programas principales: 

1. Programa Global Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres y las Niñas (2010-2016) implementado por ONU Mujeres en colaboración con UN Habitat, Women in Cities International, la Comisión Huairou, The Women and Habitat Network of Latin America and the Caribbean, UCLG, Microsoft, y otros socios locales y globales. Este es el primer programa comparativo mundial que desarrolla, implementa y evalúa herramientas, políticas y enfoques integrales en la prevención y respuesta al acoso sexual y otras formas de violencia sexual contra mujeres y niñas en diferentes contextos.  Ha sido implementado en Quito, Ecuador; Cairo, Egipto; New Delhi, India; Port Moresby, Papúa Nueva Guinea; y Kigali, Ruanda. Dublin, Irlanda, fue la primera ciudad de un país desarrollado en adherirse a esta iniciativa global.

    2. En 2011, ONU Mujeres, UNICEF y UN-Habitat lanzaron el programa conjunto “Ciudades seguras y sostenibles para todos/as” en Rio de Janeiro, Brasil; San José, Costa Rica; Tegucigalpa, Honduras; Nairobi, Kenya; Beirut, Líbano; Marrakesh, Marruecos; Manila, Filipinas; y Dushanbe, Tajikistan.

      La iniciativa global Ciudades Seguras forma parte de un movimiento global dedicado a la construcción de ciudades seguras e inclusivas con las mujeres y las niñas para terminar con la violencia sexual y otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los espacios públicos.  

      Las primeras actividades en las comunidades locales han puesto de relieve que, en muchas ocasiones por primera vez, las mujeres y las niñas están identificando que la violencia y acoso sexual suponen barreras en sus vidas. Los programas también han comprometidos a jóvenes y a hombres. Con el lanzamiento del programa ciudades seguras, los gobiernos locales se han comprometido a desarrollar estrategias efectivas de prevención que otros países puedan consultar, adaptar y replicar. Leer más.


      ACTIVIDADES EN EL DÍA NARANJA (25 de octubre)

      Este mes, el Día Naranja de la Campaña ÚNETE estará centrada en Espacios Públicos Seguros para las Mujeres y las Niñas. 

      Qué podemos hacer? 
      • Organizar discusiones o debates con miembros de su comunidad sobre el tema del acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres. Hablar de acoso sexual en espacios públicos y analizar si es un tema que interese en su comunidad, dónde debería darse, y que acciones concretas pueden llevarse a cabo para prevenir y responder a la violencia. 

      • Compartir información con su municipalidad sobre la iniciativa Global Ciudades Seguras y movilizar la acción local. 

      • El viernes 25 de octubre, la Campaña ÚNETE lanzará una discusión online en Twitter. Cuéntanos si los espacios públicos son seguros para mujeres y niñas en tu ciudad, qué crees que se podría hacer y comparte historias sobre el trabajo que ya se ha realizado en este sentido. Únete a la discussion en @SayNO_UNiTE y mediante el hastag #orangeday en Twitter.

      Mensajes para medios sociales
      Twitter

      lunes, 21 de octubre de 2013

      TRABAJO INFANTIL EN LA ARGENTINA



      En la actualidad, cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos a tiempo completo. Son niños que no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.  El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) trabaja para alcanzar la erradicación efectiva del trabajo infantil.   Normas Argentina ratificó el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima, elevando la edad mínima de admisión al empleo a los 16 años, y el Convenio núm 182 sobre las peores formas de trabajo infantil de la OIT.   1 / 3Trabajo infantil en Argentina Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil Argentina, como país participante del IPEC, conformó en el año 2000 la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI) en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, con el objeto de coordinar, evaluar y dar seguimiento de los esfuerzos a favor de la detección y erradicación del trabajo infantil en nuestro país. La CONAETI está integrada por representantes del Ministerio de Trabajo, Ministerio de Educación, Ministerio de Salud, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Defensa, Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, Ministerio de Economía, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia, Secretaría de Culto y Cultura, Dirección Nacional de la Juventud, Instituto Nacional de Estadística, Consejo Federal de Trabajo, Consejo Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, Confederación General del Trabajo, Central de Trabajadores Argentinos, Federación Agraria Argentina, Sociedad Rural Argentina, Unión Industrial Argentina, Conferencia Episcopal Argentina, Cáritas Argentina, y OIT/IPEC y Unicef como organismos asesores. Plan Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil La CONAETI diseñó el Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil encuadrado en los compromisos y responsabilidades asumidos por el Estado argentino. El Plan Nacional constituye un conjunto de objetivos y lineamientos para el cumplimiento de una política pública de prevención y erradicación del trabajo infantil, enmarcada en la protección integral de los derechos de niñas y niños .    Comisiones Provinciales para la Erradicación del Trabajo Infantil   En el marco del Convenio celebrado entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI) y el Consejo Federal 2 / 3Trabajo infantil en Argentina del Trabajo, se impulsó la creación de Comisiones Provinciales para la Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI), a los efectos de coordinar en forma conjunta actividades destinadas a la prevención y erradicación del trabajo infantil que se implementen en las distintas jurisdicciones, con los organismos e instituciones que deban ser convocadas para tal fin.  Organizaciones de Trabajadores Con las organizaciones gremiales, se apoyó el desarrollo de actividades de capacitación y difusión, con docentes (CTERA) y trabajadores rurales (UATRE) , asi como con la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS). Organizaciones de Empleadores En 2007 se creó la  Red de Empresas contra el Trabajo Infantil en la Argentina , presidida por la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), y cuenta con el asesoramiento de UNICEF y OIT. A través de esta alianza público-privada, se desarrollaron diversas acciones de capacitación, comunicación y sensibilización, y se incrementaron los controles en la cadena de proveedores.

      domingo, 13 de octubre de 2013

      GESTION SIGLO XXI: Directivos y supervisores de escuelas se interiori...

      GESTION SIGLO XXI: Directivos y supervisores de escuelas se interiori...: El Consejo General de Educación, la secretaria general de la gobernación, Sigrid Kunath, la presidente del CGE, Graciela Bar, y la secr...

      sábado, 12 de octubre de 2013

      Para entender el acoso escolar

      Para entender mejor el bullying, el acoso a adolescentes practicado por adolescentes, el autor propone diferenciar entre “comparaciones estructurantes” y “comparaciones patogénicas”, y contrapone a estas últimas un valor primordial en la adolescencia: el de la amistad.

      Por Luis Kancyper:
      En los últimos tiempos se han difundido penosos casos de un fenómeno que en el mundo se denomina bullying (término proveniente del inglés bull, que significa toro, es decir que se lo podría traducir como “torear”): no es otra cosa que violencia escolar expresada en diversas modalidades, como acoso, asedio, hostigamiento, persecución, amenaza, insultos, golpizas y aun formas más sofisticadas, como campañas insidiosas por vía informática, practicadas por una persona o un grupo de personas contra víctimas indefensas. El acoso escolar es un fenómeno de alta complejidad. Consiste en la intimidación entre pares, va de las bromas a la marginación o incluso el abuso con connotaciones sexuales o agresiones físicas. Se habla de acoso cuando el abuso o el maltrato son crónicos. Estas situaciones dejan huellas profundas en quienes las padecen, y se expresan en procesos de victimización, con conductas de intimidación, tiranización, aislamiento, humillación, que implican un sometimiento abusivo de la víctima; casi siempre se desarrollan lejos de los ojos de los adultos, bajo un manto de silencio.

      La relación entre pares es determinante en la socialización y el aprendizaje. Sin embargo, a veces configura un juego perverso de dominio-sumisión. En las conductas de acoso se incluyen variables familiares, sociales y escolares. Todos coinciden que esta problemática no puede esperar y que resulta imperiosa la necesidad de un tratamiento multidisciplinario que dé respuesta y a la vez prevenga las conductas de hostigamiento en el colegio. Para contribuir al abordaje del bullying en la adolescencia consideraré dos temas, que a su vez interactúan: el lugar de la amistad en la adolescencia; el poder de las comparaciones, como estímulo u obstáculo.
      El saber popular dice que todas las comparaciones son odiosas, aunque algunas son más odiosas que otras. Hay, sin embargo, comparaciones que no son odiosas y que, al contrario, resultan necesarias, ya que, en el acto mismo de la comparación –es decir, del cotejo y confrontación de lo semejante, de lo diferente y de lo complementario con un otro–, se promueve una ganancia en la configuración y consolidación de la identidad propia y ajena; pone en relieve el estilo del ser, su sustancialidad y su autovaloración.
      El tema de las comparaciones puede operar como un elemento valioso en la caja de herramientas conceptuales para abordar el tema del acoso escolar. Las comparaciones se presentifican en todas las etapas de la vida y suelen resignificarse de un modo muy elocuente durante la adolescencia, llegando al extremo de originar situaciones de acoso y violencia. Pero diferencio las comparaciones estructurantes de las patogénicas.
      Estas últimas se originan en la vulnerabilidad –encubierta– de una identidad que ha sido insuficientemente consolidada y que además se sostiene con precariedad y con agresión, a partir de la construcción de un otro al que se ubica en el lugar de un rival peligroso, del cual hay que salvarse. Este otro es combatido mediante la denigración y triunfo (comparación maníaca), la idealización y sometimiento (comparación masoquista), la ofensa y contraataque (comparación paranoide), el control omnipotente y sofocación (comparación obsesiva) o la seducción y retaliación (comparación histérica).
      A diferencia de las comparaciones patogénicas, las comparaciones estructurantes están comandadas por Eros, pues garantizan la presencia de la diferenciación y pluralidad entre los diferentes elementos cotejados. Además, permiten al sujeto desplegar su derecho al ejercicio pleno de una libre elección y están signadas por la lógica de la tolerancia, que posibilita el registro y la aceptación del otro como diferente.
      La respuesta del sujeto a las comparaciones tiene lugar sobre la base de sus pulsiones, de la forma en que están imbricadas, del hecho de que entre éstas prevalezca Eros o Tánatos. Cuando prevalece este último, el cotejo de lo diferente y de lo complementario es reemplazado por el acto intolerante de la provocación, que, al generar un desafío hostil, impide al sujeto y al otro instalarse en sí mismos y detiene a ambos en sus posibilidades de evolución.
      En las comparaciones maníaca, obsesiva y paranoide, el sujeto victimario puede identificarse como un amo detentador de un poder soberbio. La soberbia, a diferencia del orgullo, implica siempre un sentimiento de superioridad arrogante, de satisfacción y envanecimiento por la contemplación de lo propio con menosprecio de los demás. En la comparación maníaca se activan los mecanismos de negación, denigración y triunfo sádico sobre un otro desvalorizado,
      La comparación obsesiva –compulsiva, agobiante– implementa los mecanismos de control y dominio cruel y sádico que socavan en forma gradual y progresiva la subjetividad del otro y del sí-mismo propio hasta llegar al extremo de la aniquilación.
      En la comparación paranoide, el acosador se sobreinviste de una megalomanía persecutoria y el acosado suele ocupar el lugar de un rival o enemigo al que, con recelo, se debe atacar y del cual se requiere huir defensivamente.
      En la comparación masoquista, el sujeto sobrevalora al otro y lo sitúa como un modelo idealizado, al servicio de acrecentar lo que puede llamarse megalomanía negativa: “Yo, cuando me comparo, soy el peor de todo y de todos”. A través de esta comparación compulsiva, satisface el deseo de revolver en la llaga de su autodesvalorización hasta convertirse en el “atormentador de sí mismo” (fórmula con la que el dramaturgo latino Terencio tituló una de sus obras). En efecto, la sobreestimación de lo negativo propio desencadena en el sujeto masoquista sentimientos de culpabilidad, vergüenza y autocondena que a su vez reaniman el despliegue de la fantasía “Pegan a un niño” (que Freud examinó en el artículo que lleva ese nombre). En estos casos considero importante tomar en cuenta en qué medida la víctima acosada propicia, desde su lugar de insignificancia, que la martiricen y excluyan. La vergüenza y el miedo a la retaliación de los pares son los afectos que suelen silenciar y encubrir las vejaciones al yo, incluso hasta llegar al extremo del suicidio.
      En todas estas comparaciones patogénicas, el victimario adolece de una miopía afectiva. Fuera de la esfera de su sí mismo, no ve a nadie, atribuyéndose todo el poder y permaneciendo como un ser intolerante, enaltecido y soberano, pero también incapacitado para respetar el poder y los derechos inalienables que corresponden a los otros junto a él. Permanece, en definitiva acantonado en un inexpugnable muro narcisista.
      La observación clínica revela que estas comparaciones patogénicas suelen presentarse bajo formas mixtas: se configuran diversas combinaciones, como comparaciones maníaco-obsesivas, obsesivo-masoquistas o paranoide-obsesivas.
      Amistad o abuso
      En contrapartida, la amistad cumple una función primordial en todas las etapas de la vida pero fundamentalmente durante la adolescencia y, mucho después, en la senescencia. La amistad hace posible desasirse del abuso del poder vertical y de las relaciones de dominio ejercidos por los padres o, en el caso de la senescencia, por los hijos. En la amistad prevalecen los vínculos de ternura y de correspondencia, que establecen lazos particularmente fijos entre los seres humanos.
      La amistad es lo contrario a la no consideración del otro, a negarle su existencia, a su nadificación, a la omisión de su presencia, como acontece precisamente en el acoso escolar. En éste, se mortifican y socavan –a veces, hasta llegar al suicidio– los cimientos sobre los que se erige el sentimiento de sí, el sentimiento de la propia dignidad del hostigado.
      Como señaló Giorgio Agamben en su texto “La amistad”, ésta tiene un rango ontológico: lo que está en cuestión en la amistad concierne a la misma experiencia, la misma sensación de ser. De hecho, la sensación de ser está siempre re-partida y com-partida: la amistad nombra ese compartir. Por esto, el amigo es un “otro sí”, un alter ego que aporta el con-sentimiento de sentirse, uno, existir y vivir. Pero, entonces, también por el amigo se deberá con-sentir que él existe, y esto adviene en el convivir y en tener en común acciones y pensamientos. Dardo Scavino, en “La amistad versus el poder”, pone en evidencia la función social que puede ejercer la amistad para contrarrestar el poder “panóptico” detentado por los amos que intentan negar y suprimir la solidaridad y la cooperación entre los miembros de una sociedad.

      En mi opinión, la amistad es una relación de hermandad elegida, no impuesta por lazos consanguíneos, en la que se desactivan y se dejan en suspenso los deseos edípicos y fraternos, que a su vez se activan por la aspiración fálica de alcanzar a ser el heredero único y el preferido hijo de un padre-madre-Dios. En la amistad se establecen relaciones de objeto exogámicas (si bien con facilidad pueden ser infiltradas por las conflictivas narcisistas y parentales). En la amistad, los lazos consanguíneos son reemplazados por lazos sublimatorios. Es en la amistad donde se desactivan, en gran medida, las relaciones de poder. Y éstas son las que pueden impedir su surgimiento y su preservación. Pregunta Nietzsche: “¿Eres un esclavo? Entonces, no puedes ser amigo. ¿Eres un tirano? Entonces, no puedes tener amigos”. En la misma línea, Simone Weil afirma: “Cuando alguien desea subordinar a un ser humano o subordinarse a él, no hay traza de amistad”.
      No hay amistad sino cuando se respeta el derecho a la recíproca autonomía de lo distinto en uno mismo y en el otro, cuando esa distancia entre los sujetos se admite y conserva. Una ineptitud para el establecimiento de la amistad podría expresar una resistencia del narcisismo, como también una defensa contra la libido homosexual.
      Deseo subrayar que así como el sueño es la vía regia para el estudio del inconsciente, la amistad representa una otra vía regia para la dilucidación y superación de las estructuras edípica, fraterna y narcisista en el adolescente. Dice el poeta Arturo Serrano Plaja: “Por amistad quiero decir descanso, acogedor albergue, hospedería, burladero interino de la lucha”. El burladero es una valla que se pone delante de las barreras de las plazas y corrales de toros, separada de ellas lo suficiente para que pueda refugiarse el lidiador burlando al toro que lo persigue. La amistad opera en ese mismo sentido en las tres dimensiones: intrasubjetiva, intersubjetiva y transubjetiva, como un refugio y un descanso, que preserva al sujeto de las embestidas originadas en la realidad exterior y en la realidad psíquica, y constituye un potente antídoto contra el surgimiento de la intolerancia y el fanatismo.
      En cambio, en el acoso escolar, el otro, como doble no consanguíneo, deviene precisamente en lo contrario: ocupa el sitio de un enemigo acérrimo, investido en el lugar de la víctima, sobre el cual se deflexiona la crueldad y sadismo, mediante el ejercicio de relaciones de dominio y el despliegue de diversas comparaciones patogénicas.
      En los últimos tiempos se han difundido penosos casos de un fenómeno que en el mundo se denomina bullying (término proveniente del inglés bull, que significa toro, es decir que se lo podría traducir como “torear”): no es otra cosa que violencia escolar expresada en diversas modalidades, como acoso, asedio, hostigamiento, persecución, amenaza, insultos, golpizas y aun formas más sofisticadas, como campañas insidiosas por vía informática, practicadas por una persona o un grupo de personas contra víctimas indefensas. El acoso escolar es un fenómeno de alta complejidad. Consiste en la intimidación entre pares, va de las bromas a la marginación o incluso el abuso con connotaciones sexuales o agresiones físicas. Se habla de acoso cuando el abuso o el maltrato son crónicos. Estas situaciones dejan huellas profundas en quienes las padecen, y se expresan en procesos de victimización, con conductas de intimidación, tiranización, aislamiento, humillación, que implican un sometimiento abusivo de la víctima; casi siempre se desarrollan lejos de los ojos de los adultos, bajo un manto de silencio.
      La relación entre pares es determinante en la socialización y el aprendizaje. Sin embargo, a veces configura un juego perverso de dominio-sumisión. En las conductas de acoso se incluyen variables familiares, sociales y escolares. Todos coinciden que esta problemática no puede esperar y que resulta imperiosa la necesidad de un tratamiento multidisciplinario que dé respuesta y a la vez prevenga las conductas de hostigamiento en el colegio. Para contribuir al abordaje del bullying en la adolescencia consideraré dos temas, que a su vez interactúan: el lugar de la amistad en la adolescencia; el poder de las comparaciones, como estímulo u obstáculo.
      El saber popular dice que todas las comparaciones son odiosas, aunque algunas son más odiosas que otras. Hay, sin embargo, comparaciones que no son odiosas y que, al contrario, resultan necesarias, ya que, en el acto mismo de la comparación –es decir, del cotejo y confrontación de lo semejante, de lo diferente y de lo complementario con un otro–, se promueve una ganancia en la configuración y consolidación de la identidad propia y ajena; pone en relieve el estilo del ser, su sustancialidad y su autovaloración.
      El tema de las comparaciones puede operar como un elemento valioso en la caja de herramientas conceptuales para abordar el tema del acoso escolar. Las comparaciones se presentifican en todas las etapas de la vida y suelen resignificarse de un modo muy elocuente durante la adolescencia, llegando al extremo de originar situaciones de acoso y violencia. Pero diferencio las comparaciones estructurantes de las patogénicas.
      Estas últimas se originan en la vulnerabilidad –encubierta– de una identidad que ha sido insuficientemente consolidada y que además se sostiene con precariedad y con agresión, a partir de la construcción de un otro al que se ubica en el lugar de un rival peligroso, del cual hay que salvarse. Este otro es combatido mediante la denigración y triunfo (comparación maníaca), la idealización y sometimiento (comparación masoquista), la ofensa y contraataque (comparación paranoide), el control omnipotente y sofocación (comparación obsesiva) o la seducción y retaliación (comparación histérica).
      A diferencia de las comparaciones patogénicas, las comparaciones estructurantes están comandadas por Eros, pues garantizan la presencia de la diferenciación y pluralidad entre los diferentes elementos cotejados. Además, permiten al sujeto desplegar su derecho al ejercicio pleno de una libre elección y están signadas por la lógica de la tolerancia, que posibilita el registro y la aceptación del otro como diferente.
      La respuesta del sujeto a las comparaciones tiene lugar sobre la base de sus pulsiones, de la forma en que están imbricadas, del hecho de que entre éstas prevalezca Eros o Tánatos. Cuando prevalece este último, el cotejo de lo diferente y de lo complementario es reemplazado por el acto intolerante de la provocación, que, al generar un desafío hostil, impide al sujeto y al otro instalarse en sí mismos y detiene a ambos en sus posibilidades de evolución.
      En las comparaciones maníaca, obsesiva y paranoide, el sujeto victimario puede identificarse como un amo detentador de un poder soberbio. La soberbia, a diferencia del orgullo, implica siempre un sentimiento de superioridad arrogante, de satisfacción y envanecimiento por la contemplación de lo propio con menosprecio de los demás. En la comparación maníaca se activan los mecanismos de negación, denigración y triunfo sádico sobre un otro desvalorizado,
      La comparación obsesiva –compulsiva, agobiante– implementa los mecanismos de control y dominio cruel y sádico que socavan en forma gradual y progresiva la subjetividad del otro y del sí-mismo propio hasta llegar al extremo de la aniquilación.
      En la comparación paranoide, el acosador se sobreinviste de una megalomanía persecutoria y el acosado suele ocupar el lugar de un rival o enemigo al que, con recelo, se debe atacar y del cual se requiere huir defensivamente.
      En la comparación masoquista, el sujeto sobrevalora al otro y lo sitúa como un modelo idealizado, al servicio de acrecentar lo que puede llamarse megalomanía negativa: “Yo, cuando me comparo, soy el peor de todo y de todos”. A través de esta comparación compulsiva, satisface el deseo de revolver en la llaga de su autodesvalorización hasta convertirse en el “atormentador de sí mismo” (fórmula con la que el dramaturgo latino Terencio tituló una de sus obras). En efecto, la sobreestimación de lo negativo propio desencadena en el sujeto masoquista sentimientos de culpabilidad, vergüenza y autocondena que a su vez reaniman el despliegue de la fantasía “Pegan a un niño” (que Freud examinó en el artículo que lleva ese nombre). En estos casos considero importante tomar en cuenta en qué medida la víctima acosada propicia, desde su lugar de insignificancia, que la martiricen y excluyan. La vergüenza y el miedo a la retaliación de los pares son los afectos que suelen silenciar y encubrir las vejaciones al yo, incluso hasta llegar al extremo del suicidio.
      En todas estas comparaciones patogénicas, el victimario adolece de una miopía afectiva. Fuera de la esfera de su sí mismo, no ve a nadie, atribuyéndose todo el poder y permaneciendo como un ser intolerante, enaltecido y soberano, pero también incapacitado para respetar el poder y los derechos inalienables que corresponden a los otros junto a él. Permanece, en definitiva acantonado en un inexpugnable muro narcisista.
      La observación clínica revela que estas comparaciones patogénicas suelen presentarse bajo formas mixtas: se configuran diversas combinaciones, como comparaciones maníaco-obsesivas, obsesivo-masoquistas o paranoide-obsesivas.
      Amistad o abuso
      En contrapartida, la amistad cumple una función primordial en todas las etapas de la vida pero fundamentalmente durante la adolescencia y, mucho después, en la senescencia. La amistad hace posible desasirse del abuso del poder vertical y de las relaciones de dominio ejercidos por los padres o, en el caso de la senescencia, por los hijos. En la amistad prevalecen los vínculos de ternura y de correspondencia, que establecen lazos particularmente fijos entre los seres humanos.
      La amistad es lo contrario a la no consideración del otro, a negarle su existencia, a su nadificación, a la omisión de su presencia, como acontece precisamente en el acoso escolar. En éste, se mortifican y socavan –a veces, hasta llegar al suicidio– los cimientos sobre los que se erige el sentimiento de sí, el sentimiento de la propia dignidad del hostigado.
      Como señaló Giorgio Agamben en su texto “La amistad”, ésta tiene un rango ontológico: lo que está en cuestión en la amistad concierne a la misma experiencia, la misma sensación de ser. De hecho, la sensación de ser está siempre re-partida y com-partida: la amistad nombra ese compartir. Por esto, el amigo es un “otro sí”, un alter ego que aporta el con-sentimiento de sentirse, uno, existir y vivir. Pero, entonces, también por el amigo se deberá con-sentir que él existe, y esto adviene en el convivir y en tener en común acciones y pensamientos. Dardo Scavino, en “La amistad versus el poder”, pone en evidencia la función social que puede ejercer la amistad para contrarrestar el poder “panóptico” detentado por los amos que intentan negar y suprimir la solidaridad y la cooperación entre los miembros de una sociedad.
      En mi opinión, la amistad es una relación de hermandad elegida, no impuesta por lazos consanguíneos, en la que se desactivan y se dejan en suspenso los deseos edípicos y fraternos, que a su vez se activan por la aspiración fálica de alcanzar a ser el heredero único y el preferido hijo de un padre-madre-Dios. En la amistad se establecen relaciones de objeto exogámicas (si bien con facilidad pueden ser infiltradas por las conflictivas narcisistas y parentales). En la amistad, los lazos consanguíneos son reemplazados por lazos sublimatorios. Es en la amistad donde se desactivan, en gran medida, las relaciones de poder. Y éstas son las que pueden impedir su surgimiento y su preservación. Pregunta Nietzsche: “¿Eres un esclavo? Entonces, no puedes ser amigo. ¿Eres un tirano? Entonces, no puedes tener amigos”. En la misma línea, Simone Weil afirma: “Cuando alguien desea subordinar a un ser humano o subordinarse a él, no hay traza de amistad”.
      No hay amistad sino cuando se respeta el derecho a la recíproca autonomía de lo distinto en uno mismo y en el otro, cuando esa distancia entre los sujetos se admite y conserva. Una ineptitud para el establecimiento de la amistad podría expresar una resistencia del narcisismo, como también una defensa contra la libido homosexual.
      Deseo subrayar que así como el sueño es la vía regia para el estudio del inconsciente, la amistad representa una otra vía regia para la dilucidación y superación de las estructuras edípica, fraterna y narcisista en el adolescente. Dice el poeta Arturo Serrano Plaja: “Por amistad quiero decir descanso, acogedor albergue, hospedería, burladero interino de la lucha”. El burladero es una valla que se pone delante de las barreras de las plazas y corrales de toros, separada de ellas lo suficiente para que pueda refugiarse el lidiador burlando al toro que lo persigue. La amistad opera en ese mismo sentido en las tres dimensiones: intrasubjetiva, intersubjetiva y transubjetiva, como un refugio y un descanso, que preserva al sujeto de las embestidas originadas en la realidad exterior y en la realidad psíquica, y constituye un potente antídoto contra el surgimiento de la intolerancia y el fanatismo.
      En cambio, en el acoso escolar, el otro, como doble no consanguíneo, deviene precisamente en lo contrario: ocupa el sitio de un enemigo acérrimo, investido en el lugar de la víctima, sobre el cual se deflexiona la crueldad y sadismo, mediante el ejercicio de relaciones de dominio y el despliegue de diversas comparaciones patogénicas.

      * Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

      jueves, 10 de octubre de 2013

      CHarla sobre prevencion de la violencia en la Escuela Integral N° 25 “María C, de Madrazzo” del departamento Concordia

      ¡Juntos hacemos una escuela segura!

      Red de Preventores Concordia "juntos por la paz" desarrollaron una charla sobre  violencia en el ámbito escolar con el acompañamiento de las docentes y directivos de la Escuela Integral N° 25 “María C, de Madrazzo” del departamento Concordia.





      La red de preventores concordia hace saber A través de estos establecimientos educativos, más de 200 alumnos con discapacidad auditiva son integrados al sistema escolar. 
      Tras la convocatoria a concurso extraordinario, realizada por resolución N° 4.225 de octubre del 2011, De esta forma, se presta asistencia a más de 200 alumnos con discapacidad auditiva. 
      Esta adjudicación se enmarca en la Ley de Educación Provincial N° 9.890, en el reglamento de concursos vigente para la modalidad y en la convicción de la gestión educativa de brindar igualdad de oportunidades, acceso al conocimiento y una educación de calidad para todos y todas. 
      Igualdad de oportunidades 

      Por otra parte, a fin de garantizar la igualdad de oportunidades y en el marco de lo propuesto por el Plan Educativo Provincial para la gestión 2011 – 2015, La Red de preventores sin perjuicio de las actividades  previstas por el CGE organiza actividades de prevención antibullying en toda la provincia  y la conexión orgánica con profesores para que dicten cursos de Lengua de Seña Argentina.Esta herramienta es  facilitar  la comunicación entre personas sordas y oyentes, ya que en repetidas situaciones se genera una barrera en la comunicación por el desconocimiento de este sistema.



      PREVENIR ES SALVAR VIDAS Y DDHH

      Lic.Hector Hugo Olivera
      Lic.Ayala Augusto



      miércoles, 2 de octubre de 2013

      TENER A MANO: PROCURADURÍA DE TRATA DE PERSONAS Y SECUESTROS EXTORSIVOS

      PROCURADURÍA DE TRATA DE PERSONAS Y SECUESTROS EXTORSIVOS
      Dirección: 25 de Mayo 179 3º Piso Cap. Fed.
      A cargo del Fiscal General Dr. Marcelo Colombo
      Mail: ufase@mpf.gov.ar
      Teléfono: (011) 4331-2158
      Emergencias (24 hs.): (011) 4331-2223
      • Procuraduría
      El objeto de esta Procuraduría, creada por la Resolución PGN n° 805/13, es prestar asistencia a las Fiscalías de todo el país en el trámite de las causas por hechos de secuestro extorsivo, trata de personas y delitos conexos a la trata y asistir a la Procuradora General de la Nación en el diseño de la política criminal del Ministerio Público con relación a estos delitos. En este contexto, sin perjuicio de brindar información institucional de interés general, uno de los propósitos de esta página es acercar información útil de modo sencillo y rápido para las fiscalías. Con esa finalidad se ha incluido una Reseña de doctrina y jurisprudencia, leyes e instrumentos internacionales y contactos de distintos organismos que habitualmente son necesitados para la producción de la prueba en la investigación de las causas por hechos de secuestro extorsivo y trata de personas.