martes, 28 de junio de 2016

INTELIGENCIA EMOCIONAL:SABIAS QUE LA RAZÓN Y LA EMOCIÓN VAN DE LA MANO, SI UNA NO SABE REGULAR LA OTRA NO APRENDE NI PUEDE PRESTAR ATENCION




Sabemos que las emociones son importantes en la educación, que impulsan la atención, lo que a su vez potencia  las unidades de aprendizaje y de memoria. Pero debido a que no comprendemos plenamente nuestro sistema emocional, no sabemos exactamente cómo regular en la aula.
Emoción y la Razón
Los estudios demuestran que nuestro sistema emocional es un sistema complejo, ampliamente distribuido, y propenso a errores que define nuestra personalidad básica temprano en la vida, y es muy resistente al cambio.
Sabemos que hay muchas más fibras neuronales en el centro emocional de nuestro cerebro que en los centros lógicos / racionales,  por lo que la emoción es a menudo un determinante de nuestro comportamiento que los procesos lógicos de nuestro cerebro. Por ejemplo, la compra de un billete de lotería es una, no una decisión lógica emocional. 
 Para entender nuestro sistema emocional en  constante cambio y su efecto sobre nuestra capacidad de aprender, debemos entender dos partes del sistema:las moléculas (péptidos) que transportan la información emocional, y las estructuras del cuerpo y del cerebro que activan y regulan las emociones.
Péptidos: Mensajeros Moleculares de las Emociones
Tradicionalmente, hemos tendido a pensar en términos de una división cuerpo-cerebro: Nuestro cerebro regula las funciones del cuerpo, y nuestro cuerpo proporciona servicios de apoyo para nuestro cerebro. Nuestro sistema emocional se encuentra principalmente en el cerebro, endocrino y el sistema inmunológico (que ahora son vistos como un sistema bioquímico integrado), sino que afecta a todos los otros órganos, como el corazón, los pulmones y la piel.  Las moléculas peptídicas son los mensajeros de nuestro sistema emocional.
Los reguladores Emocionales
Aunque los sistemas endocrino e inmunológico participan en el procesamiento de las emociones, dos sistemas cerebrales relacionados entre sí comparten la tarea de regulación:
El tamaño del dedo (tronco cerebral )en la base de nuestro cerebro y las del sistema límbico estructuras que rodean el foco hacia adentro en nuestra supervivencia, emocional y necesidades de crianza. 
La corteza cerebral, que regula las funciones superiores, dirige nuestras interacciones con el mundo exterior (Edelman, 1992).
Aplicaciones aula
Aunque las aplicaciones educativas de la investigación emoción son todavía muy provisional, varios temas generales están surgiendo y que tienden a apoyar el punto de vista de que muchos educadores han defendido durante mucho tiempo. Lo que esta investigación puede proporcionar, sin embargo, es el soporte biológico de las creencias de la profesión.
 Debemos tratar de desarrollar formas y estrategias de auto-control entre los estudiantes y el personal educativo. La integración de la expresión emocional en la vida del aula no es difícil. Intente dibujar una clase en un círculo la tensión de liberación (después de una pelea de juegos, por ejemplo) y jugar un juego de etiqueta círculo antes de hablar el problema. Una vez que los sistemas límbicos colectivos de los alumnos han dado su opinión, los procesos corticales racionales pueden resolver la cuestión. En otras palabras, cuando se trata de resolver un problema, continúe el diálogo con el aporte emocional continuo.
 Las escuelas debería centrarse más en las actividades metacognitivas que alientan a los estudiantes a hablar de sus emociones, escuchar a los sentimientos de sus compañeros, y pensar en las motivaciones de las personas que entran en su mundo curricular. Por ejemplo, el simple uso de por qué en una pregunta se vuelve la discusión lejos de hechos desnudos y hacia motivaciones y emociones. 
Actividades que hacen hincapié en la interacción social  tienden a proporcionar mayor apoyo  emocional. Juegos, debates, visitas de campo, proyectos interactivos, aprendizaje cooperativo, la educación física y las artes son ejemplos. A pesar de que hemos sabido durante mucho tiempo que estas actividades mejoran el aprendizaje del estudiante, tendemos a pensar en ellos como recompensas especiales, y así retiramos cuando los estudiantes se portan mal, o cuando los presupuestos son ajustados, eliminamos por completo.
Los recuerdos son contextuales. Las actividades escolares que atraen las emociones simulaciones, juegos de rol, y proyectos de cooperación, por ejemplo, puede proporcionar importantes indicaciones de memoria contextual que ayudarán a los estudiantes recuerdan la información durante eventos estrechamente relacionados en el mundo real. 
Los ambientes emocionalmente estresantes son contraproducentes porque pueden reducir la capacidad de los estudiantes para aprender. La autoestima y un sentido de control sobre su entorno son importantes en el manejo del estrés. 

Recomendaciones de la división “Trata de Personas”


DEPARTAMENTO INVESTIGACIONES JUDICIALES DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA.-

Desde la División Trata de Personas, dependiente del Departamento Investigaciones Judiciales, se brindó a la comunidad en general algunos conceptos y recomendaciones para prevenir el "delito de Trata de Personas”.
Redes criminales que se dedican a buscar potenciales víctimas, sin discriminación de género, ni edades, una de las formas de captación de personas es mediante el uso de las Redes Sociales (Facebook y Twitter etc.), informaron.
También existen falsos ofrecimientos laborales; los captores utilizan los medios gráficos de comunicación masiva o propuestas falsas de agencias de modelos, publican falsos perfiles en facebook  o chats, solicitando fotografías, que luego "ofertan " en el mercado de la prostitución.
Los reclutadores valiéndose de diferentes discursos tratan de provocar la fuga del hogar de niñas, niños y adolescentes aumentando la vulnerabilidad de las victimas facilitándose así su captura.
En ocasiones los damnificadas/os son tomados por asalto en la vía pública, ejerciéndose violencia física sobre su persona, es reducida y trasladadas con fines de explotación, de cualquier índole (sexual, laboral).
Recomendaciones para la prevención de la Trata de Personas
Es importante LEER con atención y transmitir esta información a tus familiares, amigos y/o conocidos
-  Si te ofrecen un trabajo, buscá la mayor cantidad de información posible sobre la oferta, el empleador (empresa, fábrica, agencia, domicilio particular, etc.) y las condiciones de trabajo.
-  Si la suma de dinero que te ofrecen es demasiado alta, podría tratarse de un engaño.
-  Tené cuidado cuando subís información personal, fotografías propias o familiares a las redes sociales (Facebook, Twitter, etc.): ésta puede ser utilizada por muchas personas con intenciones desconocidas.
-  Es recomendable no divulgar información sobre los lugares que se frecuenta o el entorno donde realizan sus actividades.
-  Si vas a encontrarte con alguien que conociste por la red, avísale a alguna persona de tu confianza el lugar y hora donde te vas a encontrar.
Medidas de prevención a adoptar por parte de padres o responsables a cargo:
-  Promover la unidad familiar fortaleciendo lazos afectivos.
-  Mejorar la relación de comunicación de los padres con los hijos, conteniéndolos de la mejor manera.
-  Controlar la permanencia de los niños y adolescentes frente a la computadora, tablets, o teléfonos celulares como así también el uso de las redes sociales, aplicaciones e internet ect.
-  En caso de desaparición denunciar de inmediato, ante las autoridades policiales, judiciales y/o fiscalías no esperar las 24 horas, ya que ellas son fundamentales para la investigación.
-  Si conoce de un posible caso TRATA DE PERSONAS puede comunicarse a la Línea Nacional 145 (totalmente gratuita) o a los números de la División Trata de Personas de la Policía de la Provincia 0383-4448906 ó 0383-4437835.

Las adolescentes y la violencia de género

¿Saben las adolescentes identificar qué es violencia de género?



Hay datos muy preocupantes: el 70% de las mujeres asesinadas son menores de cuarenta años, el 13% de los chicos reconocen haber maltratado, entre los doce y trece años ha recibido violencia machista el 12% de las chicas pero, desgraciadamente, el 67% de las víctimas adolescentes no es consciente del maltrato. En los centros educativos se da orientación sobre violencia de género en un 41%, no así, lógicamente, en un 59%.
La ONU, en su Declaración de 1993, define la violencia de género como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o un sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada”. En 2004 se promulgó en España la Ley Orgánica de Medidas de Protección integral contra la violencia de género. A pesar de estos preceptos internacionales y nacionales la situación sigue siendo alarmante y nuestras adolescentes se convierten en el caldo de cultivo de una enfermedad que más tarde es letal.
El relato de las adolescentes coincide con los estudios sobre violencia de género: los síntomas, las formas más comunes, las fases o ciclos de la violencia, los mitos y falsas creencias, así como la prevención y la importancia de la familia y de la educación. Los síntomas vitales ocasionados por una relación insana son múltiples: la chica no descansa, no se concentra en los estudios o falta a clase, se aísla de la familia y de sus amigos, se muestra desconfiada, desmotivada, triste: “cambié de ser alegre y aprobar a estar triste y suspender”, manifiesta una de las adolescentes, a lo que su madre comenta que notaba sus cambios, que le preocupaba su aislamiento y su alienación mental. La adolescente maltratada no sabe decir “no” a su maltratador, se rebaja, nadie se entera de lo que esconde, anula su voluntad creyendo que esa relación es normal, pierde su autoestima. Los celos se justifican como síntomas de amor, el control del maltratador anula la independencia de la chica: “con quién has estado”, “quiero ver tus correos”, “pareces una puta por tu forma de vestir o por tu maquillaje”… Las víctimas sienten miedo, estrés, ansiedad, depresión, dudas, incertidumbres.
La violencia de género se manifiesta en el ámbito público y privado tratando de someter a la adolescente. El rol social adquirido permite que se considere normal que el hombre pueda pegar, abofetear, violar o usar armas, a la vez que la mujer crea que se merece el maltrato físico, que la equivocada es ella. No menos grave es la violencia psicológica en forma de maltrato verbal, descalificaciones, humillaciones, amenazas, chantajes o indiferencia, verdaderas torturas para minar la seguridad, la confianza, la autoestima y la dignidad de la mujer. La violencia sexual es otra forma de brutal ataque a la intimidad y libertad.
También coinciden las adolescentes de la radio con los profesionales de la Psicología al describir el ciclo de la violencia. Se trata de un proceso lento que comienza con síntomas de dominación y control masculino a veces desapercibido, sutil, que pasa a una fase de tensión y agresividad intensa y frecuente. Pero, aunque resulte paradójico, hay una tercera etapa, la “luna de miel”. Una de las adolescentes afirmaba:
“¿Por qué le quería? Después de un episodio malo volvía una luna de miel”. El chico vuelve a mostrarse amable y cariñoso, justifica de mil formas su mala conducta, promete arrepentimiento, pide perdón…, pero, una vez “capturada” la víctima, se reanuda el infernal ciclo de violencia. El amor y el maltrato son incompatibles. Hay un legado cultural en forma de mitos y falsas creencias acerca del amor, que perjudica la relación saludable de pareja. Suele reproducirse el modelo de amor romántico de los cuentos, de cierta música, del cine o de la publicidad, según el cual a la mujer se atribuyen las cualidades de indefensión, fragilidad, pasividad, mientras que a los hombres se les presenta como fuertes y decididos. Así se va interiorizando en la época de cambios que supone la adolescencia un paradigma de amor dominante, en el que la chica deja de ser persona y desaparece el principio de igualdad. El lenguaje y las expresiones delatan esta mala educación tradicional: “el hombre que maltrata es un loco o enfermo”, “si una mujer continúa con el maltratador es culpa suya”, “cuando las mujeres dicen NO quieren decir SÍ”, “la violencia es algo privado”, “los hombres no pueden evitarlo”, etc. A veces se mantiene la doble moralidad: “un candado abierto por muchas llaves no vale, en cambio, una llave que abre muchos candados vale”.
Para prevenir la violencia de género es necesario cambiar actitudes mediante la coeducación, la educación en igualdad de derechos y la reeducación a las personas adultas. La convivencia presupone la libre elección y la no propiedad de las personas. Entre los factores que intervienen en las agresiones a las mujeres se halla la educación recibida, de carácter androcéntrico y patriarcal. Coeducar es enseñar caminos de libertad y de autorrealización, no de pasividad, sumisión o violencia. En los centros educativos la violencia de género ha de englobarse en el currículum de las diversas materias de modo trasversal y más en concreto a través del Plan de igualdad, acudiendo a profesionales de la Psicología alejados del voluntarismo y la improvisación. Es imprescindible la materia de Educación para la ciudadanía y los derechos humanos y la Educación Ética-cívica, entre cuyos contenidos figuran la igualdad entre hombres y mujeres y la prevención y protección integral de la violencia contra las mujeres. Así nuestras adolescentes sabrán identificar qué es violencia de género y dejarán de ser sus víctimas.

Sara Doña Rodríguez
Licenciada en Psicología y Criminología

Trata de Personas: clausuran taller clandestino

Trata de Personas: efectivos de la Policía Federal allanaron y clausuraron un taller clandestino de indumentaria en el que personas de nacionalidad peruana eran forzados a trabajos de esclavitud, ubicado en el barrio San Martín de la ciudad de Córdoba.

El hecho ocurrió ayer cuando efectivos de la DElegación Córdoba de Delitos Federales y Complejos de esta Institución desarticularon una organización liderada por una pareja peruana imputada por el delito de trata de personas y comercialización de prendas apócrifas.

En el lugar se secuestraron 400 pantalones de jean, 200 pantalones tipo fajina y 11 maquinas de coser, todo valuado en $450.000, además de documentación que certificaba la nacionalidad de los empleados del mencionado taller.

Pidieron cuatro años y diez meses de prisión para la acusada de administrar tres prostíbulos




El  fiscal Fernando Fiszer le solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal Nº16 que condene a cuatro años y diez meses de prisión a una mujer acusada de administrar tres departamentos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde varias mujeres ejercían la prostitución. El delito que se le imputa a Miriam Viviana Ojeda es el de “explotación económica del ejercicio de la prostitución en forma reiterada”, que prevé una pena de entre cuatro y seis años de prisión. Las últimas palabras de la acusada están previstas para el próximo lunes 6 de junio y luego se conocerá el veredicto.
La causa comenzó el 10 de junio de 2013, cuando el encargado de un edificio ubicado en Recoleta, en la calle Rodríguez Peña, le dijo a un agente de la Comisaría 19º que en un departamento se ejercía la prostitución. Luego de darle intervención a la justicia de instrucción, el 2 de agosto de 2013 se allanó el lugar, con la intervención de la División Trata de Personas de la Policía Federal Argentina, del “Programa de Acompañamiento Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas damnificadas por el Delito de Trata” y de la Dirección de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En el lugar, hallaron a cuatro mujeres, una de las cuales hacía las veces de recepcionista o encargada del lugar y el resto se dedicaba a la prostitución. En ese momento, había un “cliente” manteniendo relaciones sexuales con una de las jóvenes y poco después llegó otro. Ambos declararon durante el juicio y relataron cómo habían llegado al lugar: afirmaron que habían tomado contacto mediante una página web donde se ofrecían servicios sexuales.
Durante el allanamiento, llegó otra mujer, que aseguró que vendía ropa interior y productos de belleza, aunque no tenía nada de eso en ese momento. La mujer dijo que vivía en un inmueble ubicado en Recoleta, sobre la Avenida del Libertador, lo que despertó sospechas en los agentes que estaban realizando el procedimiento. Además, las mujeres que se prostituían en Rodriguez Peña aseguraron que “Miriam” explotaba otros dos lugares: uno en Palermo, sobre la Avenida Santa Fe mientras que el otro era el de Avenida Libertador. Esto se pudo corroborar mediante allanamientos en los dos lugares.

En su indagatoria durante la investigación, Ojeda negó tener conocimiento sobre lo que sucedía en los departamentos. Afirmó que ella se dedica a la cosmetología y que subalquilaba los inmuebles para que las chicas hagan esa actividad. En su alegato, el fiscal relató que la imputada, ante las quejas que le hizo el propietario del inmueble ubicado en Rodriguez Peña, dijo que en lugar se hacían tratamientos capilares y que por eso ingresaban tantos hombres.
Fiszer detalló lo encontrado en los tres allanamientos: profilácticos, cuadernos con nombres de clientes y tarifas, geles lubricantes, cajas con dinero y puntualizó que no se encontró ningún producto relacionado con la cosmetología.
Según destacó el fiscal, durante el procedimiento varias de las mujeres que trabajaban refirieron que Miriam les dijo que en caso de un allanamiento declararan que todas trabajaban de forma independiente. También contaron que debían darle un porcentaje de lo que percibían por prostituirse. En el informe realizado por el Programa de Acompañamiento en base a las declaraciones de las jóvenes, se indicó que la imputada las convocó, contrató y regulaba su tarifa.
Para el representante del Ministerio Público, en el juicio quedó comprobado que Ojeda hacía más que subalquilar los departamentos como afirmó. La imputada pagaba las expensas, se hacía cargo de cualquier gasto o inconveniente en los departamentos y pasaba, como mínimo, dos veces por semana por cada uno de los inmuebles.
En el alegato, la Fiscalía manifestó que los teléfonos donde llamaban los clientes no estaban a nombre de la imputada y que tomaban “turnos” para varios domicilios. Además, ninguno de los celulares secuestrados le pertenecen a Ojeda sino a gente de su entorno. Fiszer sostuvo que la particularidad del entramado telefónico, donde las lineas que se usan para comunicarse con las mujeres y sus familiares no son las mismas que se daban a los posibles clientes, servía para dificultar la investigación. Incluso, las líneas destinadas a los clientes estaban a nombre de los propietarios de los departamentos o, directamente, de gente que no existía.
Luego, el defensor de Ojeda realizó su exposición y afirmó que la imputada participó de las ganancias de un hecho lícito, como es el ejercicio de la prostitución. Además de pedir la nulidad del primer allanamiento, algo que la fiscalía rechazó, le pidió a los jueces Inés Cantisani, Gustavo González Ferrari y Hugo Decaría que absolvieran a la acusada.

Ante el acoso, prevención e intervención


La violencia entre iguales no solo campa a sus anchas en los patios de las escuelas, también en las redes sociales. El bullying y el cyberbullying se han convertido en las lacras de una sociedad, donde ha echado raíces el acoso, las humillaciones y la perversión. Pero, la violencia entre iguales no solo es nociva para las víctimas, también tiene efectos muy negativos para los agresores y observadores de esas conductas violentas.
Ante el acoso, prevención e intervención
Maite Garaigordobil, catedrática de Evaluación Psicológica de la Universidad del País Vasco lleva muchos años evaluando y estudiando este problema, que según opina, va en aumento. Fruto de esta labor investigadora, la profesora Garaigordobil y su equipo elaboraron un programa de intervención para prevenir y reducir el bullying y el cyberbullying, dirigido a adolescentes, y para ser aplicado en el contexto escolar. Su nombre: Cyberprogram 2.0.

«El programa-explica la profesora Maite Garaigordobil- tiene tres grandes objetivos: por un lado, clarificar qué es el bullying y el cyberbullying, así como los roles implicados como son la víctima, el observador y el agresor; en segundo lugar, con este programa intentamos que analicen las consecuencias negativas que tiene para todos los implicados y además, desarrollar en ellos la capacidad crítica y de denuncia de estos comportamientos, y la empatía con la víctima; y, en última instancia, intentamos enseñarles con este programa básicamente estrategias de afrontamiento para prevenir el bullying y el cyberbullying desde la perspectiva de la víctima y los observadores».

Cyberprogram 2.0 fue implementado en tres centros educativos de Gipuzkoa durante un curso escolar. En total, participaron 176 adolescentes de 13 a 15 años (43,8 por ciento varones y 56,3 por ciento mujeres) que cursaban Educación Secundaria. Del conjunto de la muestra, 93 participantes se dividieron en grupos experimentales y 83 en grupos de control. «Hicimos sesiones semanales de una hora de duración a unos grupos y, con otros grupos, realizamos las actividades habituales de tutorías. Además, antes y después del programa, aplicamos dos test para medir la violencia escolar y la agresividad».

Un estudio ha evaluado ahora los efectos de la implementación de este programa «en distintos tipos de violencia escolar, en la violencia física, verbal y social, entre los miembros del grupo, así como la violencia mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, es decir, el cyberbylling. También se ha evaluado el efecto en la agresividad».

Los resultados obtenidos constatan que Cyberprogram 2.0 es una herramienta eficaz para prevenir y reducir la violencia entre iguales en cualquiera de sus formas. Así, ha confirmado que entre los adolescentes que realizaron la experiencia comparados con aquellos que no la llevaron a cabo, ha disminuido significativamente el bullying y el cyberbullying (violencia del profesorado hacia el alumnado; violencia entre iguales: física, verbal, social y tecnológica) y la agresividad (impulsiva y premeditada), y han aumentado las conductas sociales positivas, la empatía, la autoestima y la capacidad para resolver conflictos constructivamente. Estos datos han sido recogidos en un artículo titulado ‘Impact of Cyberprgram 2.0 on Different Types of School Violence and Aggressiveness’, y publicado recientemente en la revista científica Frontiers in Psychology.

«Hay que destacar que, aunque la intervención no iba dirigida al profesorado, el estudio muestra que el alumnado participante percibe una disminución en la conducta agresiva, entendida como conducta no adecuada, del profesorado hacia ellos. Su relación ha mejorado, aunque el panorama general no es tan positivo. De hecho, el último informe del sindicato docente Anpe confirma que se ha incrementado un porcentaje muy alto la violencia del alumnado hacia el profesorado, aumentando además la gravedad de esta violencia. Sin duda es un informe preocupante. Una sociedad que valora a su profesorado es una sociedad que avanza. Y, en nuestra sociedad, esta situación no se está dando. Hemos llegado a una situación en la cual los padres y las madres tienen muy poca tolerancia a la frustración y no admiten que nadie diga nada negativo de su hijo o hija. Y eso se traduce en crítica al profesorado». 
Ante esta situación, la profesora Garaigordobil apela a la colaboración entre familia y escuela. «Está comprobado que altas dosis de afecto, de cariño, y de implicación con los hijos, con unas dosis de razonables de castigo, disciplina y coerción, es el modelo educativo más adecuado».

A pesar de todos los esfuerzos realizados a nivel educativo, los datos arrojan datos preocupantes que hablan de un aumento de los casos de bullying y el cyberbullying en el contexto de la escuela. «Tenemos que tener tolerancia cero al acoso y, para ello, habría que realizar más intervenciones. Por un lado, a través de programas como el Cyberprogram 2.0, donde confrontamos directamente al alumnado con esa violencia e intimidación, así como con las consecuencias tan negativas que tienen, enseñándoles estrategias de afrontamiento positivas. Y, por otro lado, diseñando programas de desarrollo socio-emocional desde la educación infantil a lo largo de toda la educación reglada. Programas que estimulen la comunicación, los ámbitos de escucha activa, el respeto por el otro, la empatía, la autoestima... Si estos programas fueran una asignatura más, seguramente nos encontraríamos con tasas inferiores de bullying y el cyberbullying en las aulas», concluye Maite Garaigordobil.