miércoles, 26 de diciembre de 2012
No a las drogas
http://www.laboutiquedelpowerpoint.net/PPS/otros/Famosas_antes_y_despues.pps
martes, 25 de diciembre de 2012
domingo, 16 de diciembre de 2012
Cómo operan las redes de trata para captar y explotar mujeres
La absolución de los 13 imputados en el juicio por la desaparición de Marita Verón dejó al descubierto la impunidad que gozan las redes de trata, y en especial la mala utilización de los testimonios de las víctimas como elemento de prueba, algo que ya había denunciado a principios de este año un informe de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (UFASE). Tiempo Argentino consultó a los organismos dedicados a combatir este delito para exponer sus modalidades y sus principales componentes.
LAS REDES. El informe de la UFASE, a cargo de Marcelo Colombo, señala que en Argentina es más frecuente encontrar organizaciones de trata precarias, con poco alcance territorial, baja profesionalización y casi nula diferenciación interna de roles.
Esto se explica por la sencillez y la altísima rentabilidad del negocio: requiere de una muy baja inversión inicial, pero genera enormes ganancias. "A una víctima la compran una vez a 100, 200, 500 pesos, y genera miles en una noche. Un 'pase' de una hora en provincia de Buenos Aires cuesta entre 100 y 200 pesos. En el sur del país, por el nivel adquisitivo de los clientes, media hora puede costar 800 pesos", detalló Zaida Gatti, titular de la Oficina de Rescate a Personas Damnificadas por el Delito de la Trata, del Ministerio de Justicia. Las cifras, sin embargo, nunca son precisas. Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles Verón, está convencida de que su hija fue comprada por 2500 pesos y estima que "ahora a las chicas las están vendiendo por 30 ó 50 mil".
Lo usual es que un tratante sea propietario de al menos tres prostíbulos y que esa red sea administrada por integrantes de una misma familia, con diferentes roles: explotador, administrador, receptor, transportista o reclutador. "Ellos mismos las captan, acá o afuera, y las explotan. No son grandes redes, pero tienen conexión entre sí. Se puede hablar de una red prostibularia. Los dueños comparten intereses y se reconocen como parte de un mismo mercado", explicó Colombo.
Estas estructuras domésticas necesitan un eslabón clave para garantizar su eficaz funcionamiento: la complicidad de funcionarios públicos y policiales. Las redes, según señala el informe, no cuentan con autonomía, ni organizativa ni operacional respecto del Estado, en particular de las agencias policiales y fuerzas de seguridad, que "protegen, favorecen, moldean y alimentan la actividad". Este colaboracionismo produce una sensación de "falsa legitimidad", que logra desdibujar el límite entre lo legal y lo ilegal.
LOS IMPUTADOS. Hasta el momento, según Colombo, se realizaron 68 sentencias por el delito de trata, y 60 condenas. Una de las características más llamativas es la paridad que existe entre hombres y mujeres, quienes representan al 43% de las personas procesadas. Los especialistas suponen que esas mujeres fueron tratadas o explotadas previamente y luego ocupan de los roles más bajos del escalafón: la captación y recepción de víctimas. El conjunto de los tratantes son fundamentalmente argentinos y muchos de ellos tienen, en el ámbito de la legalidad, trabajos identificados con el empleo precario.
Las redes no funcionan bajo la estructura de una asociación ilícita, como un cártel de droga. Por eso algunos roles pueden ser independientes: "Una persona se dedica al reclutamiento, pero no es un empleado de los que regentean prostíbulos, sino que recluta para varios proxenetas", reveló el abogado querellante en la causa Marita Verón, Carlos Garmendia.
El país aún no tiene condenas por redes internacionales, pero Gatti confirmó que hay investigaciones en curso. Su menor presencia se explica por la necesidad de roles más complejos y el fuerte vínculo con las redes de narcotráfico. Según explicó Fabiana Túñez, titular de la ONG La Casa del Encuentro, una de las formas que adquirió en el país esta modalidad es el turismo sexual. "Hay agencias europeas que ofrecen una semana en los Esteros del Iberá en hoteles cinco estrellas, con oferta sexual, sobre todo de niñas", señaló.
LAS VÍCTIMAS. Varios trabajos estatales realizados sobre el perfil de las víctimas coinciden en señalar que la gran mayoría (entre el 98 y el 99,5%) está compuesta por mujeres. Tres cuartas partes son mayores de edad. Un estudio realizado por el Ministerio de Seguridad destaca que en 2011 la mayor cantidad de víctimas tenía entre 22 y 26 años (26 por ciento).
El informe de la UFASE analiza que, tras la sanción de la Ley 26.364, los tratantes adoptan más recaudos con las menores, y por eso no se las encuentra en los allanamientos. "A las menores las tenían en un auto. Cuando el cliente pide algo especial y demuestra un buen poder adquisitivo, o en el caso de que ya fuese un cliente de la casa, ahí se le ofrece a la menor", indica un miembro de la fuerza federal. Túñez detalló: "Las menores son para un público selecto." También hay víctimas trans, pero las autoridades que realizan las actas no suelen considerarlas como tales."
En los datos del Ministerio Fiscal, la mitad de las víctimas son argentinas y el 36% paraguayas, a diferencia de los operativos de fuerzas federales, que revelan un 70% de víctimas extranjeras. Ambos coinciden en que las víctimas de nacionalidad dominicana son las terceras en cantidad. "También hay mujeres bolivianas. Pero la mayoría de las que yo rescaté son argentinas", aseguró Trimarco a Tiempo. "Hemos rescatado muchas chicas del norte, de Formosa, Chaco, Misiones, Salta, Jujuy", describió.
Los investigadores señalan que, antes de ser captadas, las víctimas estaban en una situación de vulnerabilidad: madres solteras, con problemas económicos, de educación, y a veces con antecedentes de abuso sexual. Sin embargo, desde el Ministerio de Seguridad, por ejemplo, también advierten que "más allá de que diversos grupos de personas se encuentran más expuestos, se debe subrayar que nadie está exento de ser una posible víctima de este delito, sin importar su origen, condición social, o cualquier otra característica o indicador". Como ejemplo de esto, Túñez subraya que "hay muchas mujeres, como Marita Verón y Florencia Penacchi, pertenecen a otros estratos sociales porque son destinadas a prostíbulos VIP".
Desde la aprobación de la Ley de Trata hasta el 31 de octubre de este año fueron rescatadas 1889 víctimas de explotación sexual, según la Oficina de Rescate del Ministerio de Justicia. Gatti, supervisora del área, resume: "La demanda se da a partir de lo que requiera el cliente."
LA CAPTACIÓN. El método más común en la Argentina no es el secuestro sino el engaño. Los especialistas lo llaman "captación blanda" y opera sobre ofertas de trabajo. La modalidad: mujeres con necesidades laborales aceptan alternativas precarias, ambiguas, imprecisas, que suponen el alejamiento de sus familias y, cuando llegan, la situación no es la prometida. A veces el engaño también opera en mujeres que aceptan prostituirse, pero deben hacerlo bajo condiciones distintas a las que habían aceptado. También se da, aunque no es lo más común, que algunos proxenetas recurran a enamorar a su víctima. Según explica Gatti, "no sospechan cuando les ofrecen una altísima paga. Hasta ahí no se trata de una situación violenta. Cuando hay mayor nivel de instrucción, la chica no es engañada tan fácilmente."
En la mitad de los casos judicializados, la captación se realiza cara a cara ("captación hormiga"). Es muy baja la proporción de secuestros realizados por medios gráficos, Internet, o chat (menos del 5 por ciento). En uno de cada cuatro casos, la víctima y el tratante se conocen en la ocasión del reclutamiento. En el 11%, era un conocido de antes. También hay situaciones en que el entregador es un familiar directo.
FORMAS DE EXPLOTACIÓN. Después de la sanción de la ley, en 2008, el delito mutó y modificó los modos de sostener la explotación. Además de las amenazas y la violencia física, hay modos más sutiles, como la presencia de funcionarios y personal de las fuerzas de seguridad.
Al ingresar en la red, las mujeres ya cargan con una deuda por el pago de los pasajes y descuentos por alojamiento, limpieza, vestimenta. Para controlarlas y nunca darles dinero, los regenteadores les cobran, además, distintas multas (por llegar tarde, por no limpiar la habitación, por la queja de algún cliente) y las obligan a pagar por el consumo de estupefacientes, que ellos mismos fuerzan en el momento del ingreso. Así, las víctimas entran en un círculo vicioso del que no pueden salir porque nunca empiezan a cobrar.
"De lo que ganan, le deben restar el pago de los consumos, que en general es cocaína y exceso de alcohol. Otra forma de coacción es hacerlas cómplices de los delitos. Si en el local se vende droga, lo cual es muy frecuente, las chicas son las encargadas de hacerlo", reflexionó Gatti.
LOS LUGARES. Según el informe de la UFASE, tres de cada cuatro lugares lo conforman whiskerías, pubs y pools. Estos lugares, identificables socialmente, cuentan con habilitaciones municipales, y están expuestos a controles policiales, aunque llamativamente esos agentes nunca son investigados. "La whiskería puede dibujar la inexistencia de trata. Se mantienen relaciones sexuales en distintos espacios. Pero no tienen habitaciones", detalló Gatti.
Todas las provincias cuentan con redes, pero hay zonas más sensibles como Gran Buenos Aires, Córdoba y el sur del país, donde hay mayor población masculina, vinculada con el trabajo en yacimientos petroleros. El NOA y NEA son fundamentalmente espacios de captación. «
El error de no regularizar
"La estadía de la mayoría de las víctimas extranjeras en nuestro territorio es ilegal, y esa condición genera una suerte de campo propicio para que el tratante las gobierne a su antojo", indica un miembro de la fuerza federal de Córdoba en el informe sobre trata sexual en la Argentina, de la UFASE. Según esa fuente, "las víctimas extranjeras ingresan al país documentadas y por pasos habilitados". El error de esas mujeres es no regularizar los papeles migratorios cuando vence el permiso de turista. Eso les da mayor vulnerabilidad. Un 57% de las víctimas fue captada en Argentina, por lo que se observa que, en el país, hay preponderancia de la trata interna por sobre la internacional.
Línea
145
es el número telefónico para realizar denuncias de manera gratuita desde todo el país.
el decreto que prohibió el rubro 59
La medida más reciente del Poder Ejecutivo para el combate de las redes de trata fue la puesta del decreto 936, en julio de 2010, por el cual se prohibieron avisos clasificados con oferta sexual. Según datos de la Oficina de Monitoreo del Ministerio de Justicia, a noviembre de 2012, el 80% de los medios de prensa gráfica monitoreados dejaron de publicar avisos de oferta de comercio sexual. A excepción de Clarín y, esporádicamente, La Voz del Interior, los medios de prensa gráfica ya no solicitan ni ofrecen mujeres destinadas al comercio sexual, y aquellos que continúan en infracción abandonaron la redacción denigrante que caracterizaba a estas publicaciones y han optados por los avisos encubiertos, como el pedido de "masajistas". Entre julio de 2011 y diciembre de 2012, la Oficina ha llevado adelante, además, 77 actuaciones relacionadas con 57 intimaciones a 30 medios gráficos. Asimismo, se han aplicado 17 sanciones de apercibimiento y una sanción de multa al diario Clarín por 362.534,40 pesos.
viernes, 14 de diciembre de 2012
PREMIO EN ACTO DE COLACIÓN 2012 E.E.Técnica Nº1 de la Ciudad de Concordia.
El Lic. Comisario Principal, Hector Hugo Olivera”, “Jefe de División Secretaria General” y Personal de la Jefatura departamental Concordia, “Policía de Entre Ríos.Entrega un PREMIO AL PERFIL PREVENTOR BULLYING CERO ; en la E.E. Técnica Nº1 Brig. Gral. Pascual Echagüe, otorgado al alumno Hernan Casanovas.
jueves, 13 de diciembre de 2012
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=CxnA2a2RKl8#!
lunes, 10 de diciembre de 2012
Jornadas sobre género y trata en la Justicia Federal
Este año ya se realizaron tres actividades de este tipo en Entre Ríos, dos en Paraná –en marzo y mayo– y una en julio en Concepción del Uruguay; Estas terceras jornadas en la capital entrerriana funcionarán también como cierre del año.
Este lunes y hasta el martes se realizan en Paraná las últimas jornadas de capacitación sobre trata y género de este año, que organizan la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase) de la Procuración General de la Nación.
Este año ya se realizaron tres actividades de este tipo en Entre Ríos, dos en Paraná –en marzo y mayo– y una en julio en Concepción del Uruguay. Estas terceras jornadas en la capital entrerriana funcionarán también como cierre del año. Se desarrollarán en la sede de la Cámara Federal de Apelaciones (25 de Mayo 256), ambos días de 15 a 19, y estarán a cargo el fiscal general del Tribunal Oral Federal de Paraná, José Ignacio Candioti; la secretaria de Cámara, Eva Senkman, y la funcionaria judicial María Luz Martínez. Además, en representación de la Oficina de la Mujer de la Corte estará Ana Poleri; así como en el primer taller de marzo estuvo presente una integrante de la Ufase, María Luz Castany.
El taller, como los anteriores, está destinado a miembros de la Justicia y a operadores no judiciales que trabajan con la temática de género y trata, como la Dirección de la Mujer de la Municipalidad, la Secretaría de Derechos Humanos, la fuerzas de seguridad que intervienen en la problemática –Prefectura, Gendarmería y Policía de Entre Ríos–, el Ministerio de Salud de la Provincia, la Secretaría General de la Gobernación y la Red de Alerta, entre otros.
Se informó que el año que viene se realizarán nuevas instancias de capacitación como estas, que apuntan a que los asistentes adquieran la perspectiva de género y conceptos vinculados a la trata de personas con fines de explotación sexual.
A quienes asisten se les hace entrega de un compendio normativo, que contiene normas jurídicas nacionales e internacionales en materia de violencia contra la mujer y trata de personas.
En dicha jornadas se encuentra participando el lic. Comisario Ppal Hector Hugo Olivera , como referente local en estos temas tan importantes para la Prevención y derechos Humanos, haciéndose eco de las exigencias de la sociedad del conocimiento, con un enfoque de liderazgo transformacional,promoviendo un tipo de influencia basada en aspectos mutuamente interdependientes con una fuerte base humanística. Más que someter a los colaboradores, busca el compromiso personal, poniendo énfasis en la capacidad del líder para lograr entusiasmar a éstos a fin de que se sientan identificados con el trabajo que realizan y sean capaces de rendir más allá de lo que cabría esperar. Todo esto posibilita un referente que proporciona una mayor riqueza que el enfoque de liderazgo eficaz. Adoptando políticas publicas de seguridad para establecer barreras contra la violencia y las drogas.- todos juntos por la paz , para una mejor construcción ciudadana.-
domingo, 9 de diciembre de 2012
CHARLA EN LA MUNICIPALIDAD DE CONCORDIA
Charla debate “Escuela Violencia Cero – Bullyng –, Violencia de Genero y trata de Personas” que se desarrolló este jueves 6 de diciembre a las 20:00 hs. en el salón de Actos de la Municipalidad de Concordia con una notable concurrencia de padres ,docentes e integrantes de distintas instituciones Públicas y privadas de nuestra ciudad interesadas en la prevención y derechos Humanos.
Esta campaña ha sido implementada a través de la Comisaría Móvil cuya prioridad son los barrios, escuelas y clubes, potenciando el trabajo en red con distintas Instituciones adoptando políticas públicas de seguridad para establecer barreras contra la violencia y las drogas.La misma estuvo a cargo del Comisario Principal Licenciado Héctor Olivera.
Trailer oficial de la película Bullying
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Bullying: La ley del más fuerte
Acoso, maltrato entre pares, matonismo: los casos de violencia escolar entre menores no dejan de crecer en el país, muchas veces en silencio, a espaldas de los adultos, y acompañados de un grado de virulencia que, afirman los especialistas, va también en aumento. Por qué, pese a la falta de estadísticas oficiales, se habla de una epidemia y cuál es el costo psicológico para las víctimas.
Le tocaron el hombro. Le pasaron un papel. "Morite", decía. Era su segundo día de clases en uno de los colegios más caros y más bilingües de Belgrano. Acababa de llegar de Brasil y todavía estaba mareado por la mudanza, el cambio de idioma, de paisaje, de todo. Por eso, al principio creyó que se trataba de una "cargada" de bienvenida. Después, todo quedó más claro. "Las chicas, sobre todo, lo volvieron loco", dice Julio, su padrino. "Como mi ahijado usa anteojos, le decían "nerd" y se la pasaban mandándole mensajes superagresivos. El es un chico muy tranquilo, muy lector, pero lo tomaron de punto. Nunca entendió por qué", dice. Y tal vez haya dado, sin siquiera sospecharlo, en el corazón oscuro del acoso escolar: nunca hay un porqué. Cualquier excusa sirve: ser gordo o flaco, nuevo o compañero de años, muda, conversadora, bajo o alto. Rubia o pelirrojo. ¿Qué es entonces lo que sí se repite? La asimetría de poder entre víctima y victimario. El silencio. Y -condición necesaria en todo episodio de maltrato escolar- adultos que se fugan de su lugar de adultos. Maestros, profesores y padres que miran para otro lado. Sólo así puede explicarse por qué el acoso escolar es definido por muchos especialistas como una "epidemia silenciosa". Ese fue, de hecho, el título de una nota publicada por este mismo diario seis años atrás. Desde entonces, la escalada de maltrato no ha dejado de crecer y así lo confirman los especialistas y las entidades dedicados al tema.
Bullying Cero Argentina es uno de esos grupos. Ofrece capacitaciones en colegios y charlas abiertas a la comunidad. Su coordinadora, la pediatra Flavia Sinigagliesi, precisa que "si bien el bullying ha existido siempre, ahora la sociedad es mucho más violenta y eso termina repercutiendo en los niños". ¿De qué manera? Todo depende. Hay nenas a las que el "destierro social" al que las someten sus compañeritas de curso no las afecta, a otras, en cambio, las arrasa emocionalmente. Ese es el punto: que nunca se sabe en qué puede terminar el acoso. Según Sinigagliesi, "todo depente de la vulnerabilidad de cada chico y de su capacidad de volver al estado inicial luego de una experiencia traumática".
Para el psicoanalista y especialista en psiquiatría Juan Vasen, por cuyo consultorio desfilan maltratadores y maltratados, la experiencia del acoso es "siempre muy dolorosa. Pensemos que en el proceso de socialización de los chicos, en un momento los pares toman en parte el lugar que antes ocupaban los padres. Pasan a ser figuras muy importantes, y si ese traslado implica una relación despótica, el dolor es tremendo. El rechazo es vivido con la misma intensidad con la que se viviría un rechazo de parte de los padres. La sensación de fracaso es total", alerta.
En los pasillos. En el patio. En los baños. En los juegos. Antes de entrar al colegio o a la salida. Allí donde los adultos no están (o están pero no miran, que es la otra manera de no estar), el bullying nace, crece y florece en carámbanos negros. En moretones como los que le crecían a Paula -morocha, pelo largo, flaquita- cada día que pasaba en lo que ella misma llama su "otra escuela", esa que no tuvo más remedio que dejar hace dos años. Cada veinticuatro horas, una nueva sesión secreta de pellizcos y patadas a cargo de sus encantadoras compañeras de clase la dejaba ronca de bronca y dolor. Terminó cambiándose de escuela, como la mayoría de los protagonistas de las historias recogidas para esta nota.
"El bullying te mata, te suicida o te saca del colegio", resumió con impotencia el padre de una de las víctimas, que pidió reserva de identidad. Belgrano, Flores, Recoleta, Burzaco, Temperley, Aldo Bonzi, Ezeiza. Distintos colegios, edades, barrios y familias enfrentando un mismo problema sobre el que, para variar, las estadísticas locales son casi una quimera. De todos modos, lo poco que se sabe es de lo más tranquilizador. Según el informe ¿Qué dicen los chicos? Datos cuantitativos sobre la violencia en las escuelas , un estudio realizado por el Ministerio de Educación sobre 70.000 alumnos de colegios secundarios privados y estatales, el 8% de los chicos sufrió exclusión, al 12% lo insultaron, a otro 12% le hicieron burlas, al 14% le gritaron y al 32% le rompieron los útiles. Pero como todos esos hechos son considerados "incivilidades" y no "violencia", se concluye que "a partir de los datos obtenidos es posible refutar la creencia de la escuela como un lugar inseguro".
Otro, y muy diverso, es el panorama en el exterior. Sólo en EE.UU., las víctimas de acoso escolar trepan a trece millones, se estima que cerca de 160.000 chicos faltan diariamente a clase por temor a ser molestados y casi la mitad de los estudiantes teme ser "buleado" en el baño. Aun así, la mitad de las situaciones de acoso no se denuncia.
También la Universidad de Yale publicó un trabajo en el que se señala que un niño víctima de acoso escolar multiplica casi por diez sus chances de tener ideas suicidas. Otro mapeo realizado hace dos años en Finlandia asegura que "ser acosado o acosador a los ocho años es un factor de riesgo de trastorno psiquiátrico en la edad adulta" y que "la tasa de suicidio femenino se reduciría en un 10% si se eliminara la victimización escolar de las niñas". Estas son, según se comprobó, quienes tienen más chances de matarse antes de los 25 años cuando han sido acosadas por sus compañeros en la escuela. Y, sin embargo...
El Gran Bonete
Silencio, escuela. Silencio porque "acá estas cosas no pasan. Son peleas de chicos". La sola mención de la palabra "bullying" ("toreo", adoptada en 1993 por Dan Olweus, un investigador noruego, para aludir al maltrato sistemático y continuado entre pares) tiene la extraña capacidad de erizar la piel del cuerpo docente. "Es que cuanto menos se sabe de un tema, más miedo se le tiene. Y si los docentes detectan el tema pero no tienen herramientas para intervenir, prefieren no saber. Por eso lo primero que hay que hacer es capacitar a los docentes e implementar políticas institucionales al respecto", destaca Sinigagliesi.
Damián Melcer es sociólogo y vicerrector de un colegio secundario y, si bien coincide en el diagnóstico, tampoco se hace grandes ilusiones. ¿Por qué? "Porque hoy podemos hablar de bancarrota social. Hay vínculos que se han quebrado para siempre y la escuela no hace más que reflejar ese estado de cosas. Hoy, la clase de vínculo entre las personas que exalta la sociedad es la violencia, la sospecha, la competencia?". Vasen señala, al respecto, el papel nunca inocente de los padres.
"En el caso de un chico que es agresivo, esto casi siempre viene fomentado desde la familia. Son chicos criados en contextos en donde se promueven el exitismo, la competencia, todo esto de ser «líder» al precio que sea. Pero ¿cuáles son los atributos de ese liderazgo? ¿El hijo es un líder o es un jodido?", se pregunta. Tal vez por cuestiones como ésas, señala Melcer, "si bien el hostigamiento escolar no es nuevo, hoy se da una agresividad extrema que sí lo es. Hay armas de fuego, suicidios, de todo. Ya no sólo se da una situación violenta, sino que su resolución también lo es".
O no. En un episodio sucedido en la escuela media donde Melcer es vicerrector, un chico había hecho un video burlón sobre otro. Pero las cosas decantaron bien. ¿Por qué? Porque se habló del tema. Y porque hubo adultos escuchando. "El chico vino, se quejó y llamamos al del video. Hablamos y le pedimos al agresor que hiciera otro video, sobre el tema de la violencia escolar. Le mostramos que el recurso se podía usar de otra manera. Cuando el adulto da garantías de que interviene y construye justicia, recupera su lugar como referente. La escuela tiene que aparecer garantizando la justicia que la vida real al damnificado no le da", afirma.
El silencio
No hay maltrato sin testigos. Sin eso que los sajones llaman by standers : los que se paran a un lado y observan la acción. Sin intervenir, pero sabiendo."Lo que pasa es que a veces en los chicos el temor es pasar de testigos a víctimas del bullying, y por eso se callan", apunta la psicoanalista Sara Arbiser, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especializada en adolescencia. "Que esos chicos se animen a hablar, y que los adultos los escuchen y actúen en consecuencia es lo que hace toda la diferencia", explica. "En Estados Unidos, por ejemplo, vi cómo ante un caso así a los chicos se los reunía y se los ponía a hablar. Aquí rara vez se toma la palabra y por eso estas cosas arrancan en jardín y se las deja crecer de año en año. Al final, la violencia es imparable." Pero ¿cómo no entender el silencio cuando el estigma del "delator" es sacudido por algunos adultos sobre la cabeza del chico que se anima a contar? ¿Cuándo los chicos toman conciencia de que sus voces no cuentan? "El docente suele subestimar lo que dice el nene agredido. Por eso, al final, las víctimas optan por no denunciar. Saben que no van a ser creídos y que nadie intervendrá en su defensa", concluye.
Eso -el silencio asesino- fue algo que Jesús Campo descubrió del peor de los modos. Fue hace exactamente un año, cuando lo llamaron del hospital donde su hija Celeste, de diez años, acababa de ser internada. Con fractura de cráneo. Con tres coágulos en la cabeza y muchos, demasiados golpes en todo el cuerpo. "Un compañerito de la misma edad que siempre la molestaba y que ya había sido expulsado de otros colegios la tiró por la escalera. Celeste cayó cuatro metros. Estuvo diecisiete días internada, le hicieron dos operaciones. Está viva de milagro", dice. El video que Jesús armó como pudo y colgó en YouTube cuenta lo demás. Noemí, la mamá de Celeste, cuenta lo que no está en ningún lado. Por ejemplo, que hoy Celeste, tan coqueta como era, debe ir por la vida "con un casco como el de los skaters, porque todavía el hueso no está bien. Tuvimos que cambiarla de escuela, tiene que ir en remise. Perdió casi el 50% de la visión del ojo derecho. Se cansa, se marea, nunca más volvió a patinar ni a hacer gimnasia. Es otra nena", dice. Silencio.
Los rotos
El video todavía da vueltas por Internet. Lo grabaron con un celular. Muestra un nene flaquito enfrentando a un compañero dolmen que le lleva dos cabezas y veinte kilos de ventaja. David amaga a tirar un par de piñas. Acto seguido, Goliat lo levanta, lo pone cabeza abajo y lo estrella contra el piso. El video no tiene audio ni fin: una y mil veces, la espalda vuelve a dar contra el cemento. Huesos rotos. "Cosas de chicos."
Chicos como Víctor Feletto, otro que también era menudito y prefería estudiar. "En la última prueba de matemática se había sacado diez", cuenta su abuelo José. "Era agradecido, muy responsable". Pero, ay, no le gustaba el fútbol. No al menos como se lo hacían jugar en su escuela de Temperley: rodeado de chicos cuatro años mayores que se divertían empujándolo y pateándolo. Un día, le golpearon un hombro; otro día, le golpearon el que faltaba. Terminó en el hospital Gandulfo, con hematomas y enorme dolor. "El no quería ir más, lo trataban peor que a un esclavo. Era tanta la angustia que tenía? La mamá habló con la directora, pero él se asustó porque ella dijo que si no hacía gimnasia podía perder el año." Perdió otra cosa: el 4 de abril, al volver de otra sesión de insultos y patadas, fue al cuarto de sus abuelos, tomó la pistola de José y apretó el gatillo.
Cosas de chicos. De chicos como cosas.
HUELLAS VISIBLES DEL ACOSO ESCOLAR
Negativa a asistir a clase.
Golpes y moretones.
Tristeza.
Pérdida de objetos.
Pérdida del dinero que le dieron para el recreo.
Decaimiento, pesadillas, ansiedad, nerviosismo.
Síndrome del domingo a la tarde.
Cefalea, dolores intestinales.
Fuente: Centro de Investigaciones del Desarrollo Psiconeurológico (CIDEP).
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